Ahora que el mundo vuelve a ponerse en marcha todos los negocios tienen nuevas necesidades para adaptarse a la “nueva normalidad”, siendo el renting de furgonetas una de las más solicitadas y utilizadas para la mayoría de autónomos, debido a las grandes ventajas que deja tras de sí.
¿Qué es el renting?
El renting puede definirse como la posibilidad de alquilar un vehículo a largo plazo que pueden aprovechar particulares y profesionales. Ambas partes firman su conformidad mediante un contrato de alquiler que, por norma general, debe superar el año.
El renting flexible para autónomos es una de las opciones más utilizadas. No solo podrás disponer de un nuevo vehículo en Gran Canaria con todo tipo de servicios incluidos, sino que el modo de pago se realiza a través de una cuota durante el tiempo en el que lo necesites.
La importancia del renting para autónomos
La mayoría de autónomos necesitan vehículos para poder moverse y entregar sus productos y/o servicios, teniendo que hacer frente a concesionarios, talleres e incluso transportistas. Los negocios pequeños son los que más han sufrido debido al impacto del Coronavirus.
El sector del renting de vehículos contribuye a que puedan volver a despegar y realizar su actividad profesional de la mejor forma posible, promoviendo siempre la seguridad y permitiendo una movilidad efectiva durante esta situación tan crítica que nos ha tocado vivir.
El objetivo principal del renting es reducir el peso que cargan estas pequeñas compañías, que puedan prosperar y seguir ofreciendo sus servicios al resto de ciudadanos. En un entorno tan globalizado como el que nos encontramos en la actualidad es cada vez más complicado despuntar en un negocio si no obtienes la ayuda necesaria para ello.
¿Es necesario el renting?
Siempre dependerá de las características y necesidades de cada compañía. Una empresa que no necesite un vehículo para ofrecer sus servicios no tiene por qué acogerse al renting, aunque siempre será una opción viable en caso de que en el futuro se expanda.
Quien puede sacarle mejor partido al renting son aquellas empresas que realicen entregas, viajes o necesiten utilizar vehículos de forma intensiva. De ese modo te estarás ahorrando el cambiar cada pocos años la flota, sin contar el gasto de neumáticos, aceite seguro o gasolina.
En el renting no existe ninguna obligación de compra, aunque existe esa opción la finalizar el contrato. Este alquiler de larga duración puede ampliarse hasta 10 años, aunque lo normal es que el periodo al que se acogen ambas partes no sea tan alto.
¿Qué ventajas tiene el renting flexible para autónomos?
Uno de los factores que más llama la atención es que, mediante el pago de la cuota se puede utilizar el vehículo y acceder a su mantenimiento. Si eres autónomo este pago puede desgravarse hasta el 100 %. Por otro lado, las empresas pueden imputarlo como un gasto deducible en el Impuesto de Sociedades, al igual que si estuvieras alquilando algún otro tipo de maquinaria.
Para los autónomos es un gasto justificado si el vehículo se utiliza de forma profesional, permitiendo su deducción en el IRPF. Eso sí, es necesario demostrar que no se utilizará para motivos personales. La única excepción son aquellos profesionales que están sujetos al régimen de estimación objetiva.
También presenta una serie de ventajas con respecto al IVA, con la que se puede deducir el 100 % de la cuota mensual siempre y cuando esté ligado a la actividad de la compañía. Lo único que hay que hacer para justificarlo es que el vehículo tenga su propia serigrafía. En caso contrario, puede llegar a afectar hasta el 50 % del total.
El renting flexible para autónomos tiene una gran cantidad de ventajas que es necesario tener en cuenta para la evolución de una compañía. Todas las virtudes mencionadas se suman a las tradicionales.
Estas deducciones son aplicadas de forma inmediata debido a que se considera como un gasto necesario para la empresa. En el caso de que procedas a la compra o leasing (alquiler con derecho de compra) no se aplicarían las ventajas mencionadas anteriormente.
Algo positivo que debemos mencionar es que no es necesario que se solicite ningún tipo de financiación. Es cierto que a veces esto puede ser considerado como una inversión un poco elevada dependiendo del tipo de negocio que se esté llevando a cabo, pero, si se escoge esta opción a lo único que tendrás que hacer cargo son a las cuotas mensuales, ahorrando tiempo y disminuyendo el coste total, ya que está incluido el mantenimiento y diversos tipos de seguros.
Una vez haya finalizado el contrato, los profesionales pueden escoger la opción de quedarse con el vehículo haciendo frente a la diferencia, cambiarlo por otro nuevo o renovar el contrato. De este modo siempre se tendrá disponible un vehículo de empresa y se podrá realizar la actividad profesional con todas las garantías.